Medioambiente

Actuamos con responsabilidad

Los bosques son el "pulmón verde" de nuestro planeta. Unas de las tareas esenciales para la sociedad es conservarlos, para lograr un desarrollo sostenible de la biosfera en su totalidad en el siglo XXI. Esto es algo que el Grupo ante se toma muy en serio.

Nuestra producción se basa en productos de selvicultura sostenible y se ajusta por ello a criterios ambientales. Con nuestra rompedora interpretación de la regla "0 % de residuos", contribuimos de forma activa a la necesaria protección contra el cambio climático. Se dará cuenta: Actuamos con corazón y cabeza.

El bosque

Su permanencia está asegurada por un principio simple. Lo esencial para ante son los bosques locales de las inmediaciones, que se aprovechan según criterios de sostenibilidad. Esto se traduce en que cada año no se corta más madera de la que crece en dicho periodo. Así se garantiza que la madera, materia prima renovable, seguirá estando disponible en el futuro.

Expresado en números, en Alemania cada año se podrían cortar 60 millones de metros cúbicos de madera sin poner en riesgo los bosques. Pero en realidad solo se aprovechan de 40 a 45 millones de metros cúbicos. Por ello el recurso bosque se usa de forma sumamente sostenible. El principio homónimo se desarrolló a finales del siglo XVIII por la selvicultura alemana y se considera hoy en todo el mundo la base esencial de un uso natural de las masas forestales.

Además desde la Cumbre de Río de las Naciones Unidas (1992) se han definido otros principios para la selvicultura natural. Los mismos establecen que en las claras solo se pueden retirar árboles individuales, es decir el bosque debe preservarse sin provocar cambios repentinos del microclima para los organismos edáficos. También se dejan sin aprovechar los árboles moribundos sueltos, para crear hábitats para animales y plantas que viven en madera muerta. Los productos químicos contra plagas están fuera de lugar en el bosque moderno.

Madera de la zona

El Grupo ante produce en medio de sus reservas de materias primas. Puesto que la madera usada proviene de los bosques locales del entorno. Esto minimiza el consumo de energía en el transporte y supone una contribución importante para evitar emisiones. Se logra por una parte con rutas minimizadas del bosque a la planta y por otra parte con rutas sencillas hasta nuestros clientes (inter)nacionales, gracias a un procesamiento y mejora posterior muy completos que hacemos in situ.

Con el secado técnico reducimos considerablemente el peso y el volumen de la madera a transportar.

Construir con madera

Los estudios de la Organización Mundial de la Salud han probado que los espacios con madera influyen de forma positiva en el bienestar de las personas. Esta constatación vale también para la madera encolada ante, ideal para revestimientos internos a la vista (un elemento cada vez más apreciado). En interiores se puede usar de forma duradera sin emplear productos químicos de protección.

En construcciones exteriores, como revestimiento de tejados, ventanas y puertas, la mayoría de las veces se puede también renunciar a dichos productos adoptando medidas constructivas y de técnica constructiva. Así los aleros profundos no solo son estéticamente atractivos, también protegen con eficacia las fachadas frente a lluvias y contribuyen de forma especial a resistir las inclemencias.

Protección climática

Las emisiones de CO2 son el principal responsable del efecto invernadero. Por efecto invernadero se entiende el efecto perjudicial sobre el equilibrio térmico de la tierra, por quema de combustibles fósiles. El calor radiado por la tierra no se devuelve de forma íntegra al espacio, ya que los gases residuales (en especial el CO2) forman una especie de escudo térmico. Con el uso de productos de madera ayudará a mitigar con eficacia el aumento de CO2.

La biomasa de las plantas, sobre todo de los árboles, es junto con los océanos el principal "sumidero de CO2" de la tierra. La madera tiene un ciclo neutro de CO2: En la fotosíntesis las hojas toman dióxido de carbono (CO2) y lo usan junto con otros elementos para formar madera, liberando oxígeno (O2). Al pudrirse o quemarse la madera, se vuelve a liberar como CO2 justo la misma cantidad de carbono (C) que estaba ligado en la madera. Con el uso de madera como material de construcción el carbono ligado en la madera se almacena a largo plazo, impidiendo que se vuelva a liberar otra vez como CO2 al descomponerse el material. Así, en una casa unifamiliar estándar de madera hay unas 47 toneladas de CO2 ligado.

En la producción anual de madera aserrada de ante hay unas 165.000 toneladas de carbono almacenadas. Esto corresponde a unas 610.000 toneladas de CO2. Con ello se calcula que se compensan las emisiones anuales de CO2 de 48.000 casas unifamiliares.

Nueva energía

100 % de energías renovables. Con 0 % de residuos. La madera es una materia prima maravillosa y de uso universal. Se puede aprovechar como material para obtener energía, y se descompone biológicamente con un balance neutro de CO2. Por ello ante no genera residuos.

Toda la madera residual que se genera al fabricar los productos ante se aprovecha al cien por cien. Las astillas del perfilado y el serrín se prensan en pelets muy energéticos, y la corteza y madera triturada se emplean como combustible en dos instalaciones de combustión de biomasa. Esto no solo evita los típicos costes de transporte en camión de restos, p.e. a industrias papeleras o madereras, también supone un ahorro de unos 11 millones de litros de fueloil al año. Consecuencia: La construcción de nuestras instalaciones de combustión de biomasa nos ha hecho independientes, obtenemos aquí energía más que suficiente para nuestras plantas y cámaras de secado.

Kontakt Produktseite (ES)

Su solicitud
Privacy policy*
nach oben